Pues como os comentaba, el sábado era el día del padre. Vera le regaló a Pol una camiseta con sus amigos de Barrio Sésamo: Elmo, Triqui, Epi, Blas, Paco Pico y Coco. Y también un "papi bote" de pecados de compostela. A media mañana fuimos a tomar un cafecito con Paula que iba de camino a Vilagarcía. Comimos en un restaurante de A Estrada antes de visitar el Pazo de Oca. Una maravilla de lugar que invitaba a la contemplación y al relax más extremo.
El domingo salida matinal rutinaria para desayunar en el Recantos y comida de bocatas y patatas fritas en el Bonaval. Un parque precioso de la ciudad compostelana que permite unas vistas espectaculares de todo el casco viejo.
La gente se ponía al sol como si de una playa urbana se tratara. Pero daba gusto ver tan buen rollo y alegría entre los grupos. Era como si positiváramos todos un poquito... A nosotros nos ayudó para hacer una última actividad dominical: lavar el coche (por dentro y por fuera). Toda una tarea después de no sé cuánto tiempo... Vera ayudó encantada y se llevó una dosis extra de sol en las mejillas... La pobre! Con lo blanca que es!