Después de dejar las cosas en el "super" apartamento (no se podía pedir mucho por 60 euros la noche entre tres personas en pleno centro de Madrid, verdad?) buscamos el mejor sitio para tomarnos un refresquillo y reponer fuezas para ir de tiendas y aprovechar el tiempo. Y qué mejor sitio que el Mercado de Fuencarral. Es un lugar que me fascina a pesar de conocerlo bien; siempre que voy a Madrid lo visito porque me encantan las tiendas, el formato, su comunicación, todo! Y la zona no puede mejorarse. Cerquita de allí visitamos una librería de diseño de la que no éramos capaces de salir Panta Rhei. Allí compré la mayor parte de mis regalos para Vera y no comrpé libros para mi porque la maleta no podría con ellos. Qué espacio más interesante y enriquecedor.
Nos dio tiempo a todo... Hasta quedamos con unos compañeros de la facultad para cenar en una terracita... El viernes y el sábado los reservamos para el mayor aprendizaje del año a nivel profesional. El Palacio de Congresos de la Castellana se abría para todos los diseñadores y publicitarios con la idea de intercambiar estilos, emociones, risas, aplausos, proyectos, encuentros... El MAD 2011 nos llena de energía a mediados de año (falta fai) y nos permite visualizar lo que resta de temporada de otro modo; mucho más impetuoso y arriesgado pero gratificante. Notas tengo y espero enseñaros los resultados muy pronto.