La verdad es que estando en pleno julio quién iba a pensar que el tiempo nos jugaría una mala pasada... Pues eso es posible en Galicia!!! El pasado fin de semana de las fiestas del Apóstol en Santiago de Compostela, unos amigos y nosotros nos fuimos de casa rural a Coristanco:
Casa de Agosto. La finca estaba muy bien, la casa para nosotros solos y unas espectativas maravillosas. La lluvia y el frio impidieron los juegos al aire libre y tuvimos que cambiarlos por los típicos juegos de mesa (damas, ajedrez, cifras y letras, pictionary...). La jornada del domingo la terminamos en Laxe, con la idea de despejar la mente, pasear un poco cerca del mar y disfrutar de un chocolate caliente en un local de grandes alturas.
Los niños no se quejaron mucho (pobres) y los mayores pudimos relajarnos y alejarnos de la rutina semanal en la ciudad. La tranquilidad que se respiraba cada mañana te teletransportaba a una época diferente y me recordó inmensamente a mi pueblo; a sus amaneceres soleados, al canto de los pájaros y al olor de las flores tempraneras. Qué bien que dentro de ná ya estoy allí, porque necesito respirar aquel aire de verano...
