23 ene 2011

sabado sabadete...

Coruña. 10.30 am. Frío y sol. Ikea delante de mi. Jeje!!

Me propuse dejar un poco tranquilo a Pol para poder realizar su proyecto y me fui a Coruña con Vera, mis padres, mi hermana, mi hermano, mi cuñada y mi sobrino a pasar una jornada de paseo y compras. Primero Ikea, donde siempre pico (bueno, donde pica cualquiera, porque no conozco a nadie que haya ido y haya salido sin pagar, al menos 1 euro de compra). Allí, una planta artificial con una maceta de color blanco me estaban diciendo... "llévame para ese rinconcito que tienes en tu despacho...". Al carro! Unos marcos de fotos también de color blanco para los cuadros que pinta mi nena y cuatro soportes identificativos para colocar en la mesa (esto es para la oficina, ahora que somos 4 tendremos que diferenciarnos con los clientes) también "pal carro!!!"





Después nos fuimos a Coruña, a comer a la calle paralela por detrás a la calle Real. El lugar, una mala elección. El servicio mal, la comida mal y el sitio más o menos mal. Ni siquiera el pulpo que parecía el plato estrella de la casa estaba rico. No sé si lo conocéis pero está justamente debajo de la Pensión Hotel "Hotil". Y, además, no sé si el nombre es así o se han equivocado a la hora de escribirlo... En fin.

Para eliminar el mal sabor de boca nos metimos en una cafetería enorme donde pedimos este suculento postre: muffin. Nada más entrar, sobre la barra, hay una interminable vitrina de cristal con fuentes llenas de bollería deliciosa... Mi hermano no pudo evitar la buena pinta que tenían aquellas magdalenas y quiso degustar una de cada. No fue capaz...


























El día no estaba para pasear, la verdad. Demasiado frio y aire del Norte. Decidimos ir a los Jardines Méndez Núñez para jugar un poco en los columpios y así entrar un poco en calor porque todavía daba algo el sol. Disfruté con Vera de unos juegos divertidos y de un pedazo de tobogán para dos personas. Nos tiramos juntas un par de veces. En media hora el aire era tan fuerte que decidimos irnos y terminar la jornada. El mercadona del Bulevar del  Papagayo fue el último sitio de compras antes de recoger el coche.

Un gofre con sirope de chocolate, el regalo perfecto para mi chico despues de un duro día de trabajo.